W.A.S.P tuvieron sus dos años y pico de gloria en los ochenta, esos tiempos prodigiosos en que el metal se convirtió en el fenómeno de masas que muchos recordamos. W.A.S.P surgieron al mismo tiempo que un montón de bandas americanas decantadas hacia lo que luego se llamó hair metal, pop metal o glam metal (por citar solo tres denominaciones del género más comercial del heavy metal). W.A.S.P se aprovecharon de la moda. Grupos como Quiet Riot, Motley Crue, Poison y los renovados Kiss sin máscaras hicieron su agosto en aquellos tiempos. Emilio Morote |
W.A.S.P tenían un toque heavy metálico del que carecían todos esos otros combos con los que se les comparó. Ellos eran una banda de metal… pero tenían que adaptarse a los tiempos. Y lo consiguieron. Con sus dos primeros discos en estudio lograron llamar la atención del público metálico hasta en lugares tan recónditos para la industria discográfica como era la España de los años ochenta, la España (casi) de la Transición.
Para su tercer trabajo, W.A.S.P hicieron algunos cambios en el grupo. El más importante es que Blackie Lawless pasó del bajo a la guitarra rítmica, instrumento que ya nunca abandonaría en las sucesivas encarnaciones de la banda. El otro cambio es que Randy Piper, figura esencial para entender el sonido de la primera etapa del combo, fue expulsado. Al fin y al cabo era el guitarra rítmica. Del bajo pasó a hacerse cargo el señor Johnny Rod, quien alcanzó cierta fama con King Kobra. Lo que se iba por un lado se ganaba por otro.
El disco fue en su día vapuleado por la prensa. El público tampoco le hizo tanto caso como a los anteriores plásticos de la formación. Frente al puesto 49 de su antecesor, este se quedó en el puesto 60, y tampoco permaneció mucho tiempo encaramado ahí. El trabajo contiene dos versiones: “I don’t need no doctor”, canción que fue compuesta para el señor Ray Charles, por más que luego fue versionada por muchos artistas. La otra canción ajena es “Easy livin”, tema estrella de la banda británica Uriah Heep al que W.A.S.P dotaban de su personal visión de la creación artística. La canción había sido compuesta por el teclista Ken Hensley, quien luego acabaría tocando con W.A.S.P en el siguiente redondo de estos: “The headless children”.
Además de los temas de otros artistas y digan lo que digan, en este plástico se pueden hallar algunas joyas de ese metal ochentero en el que W.A.S.P fueron punta de lanza. Sin ir más lejos, la canción “95 N.A.S.T.Y.” (que fue publicada como single antes de la salida del álbum y llegó al puesto 70 de las listas inglesas aunque no llegó a entrar en las nortemaricanas). Las guitarras del ahora perdido Chris Holmes ardían y lanzaban chispas como una traca de la buena. También “Restless gipsy” cumple de sobra en lo que en aquellos tiempos debía ser un disco de W.A.S.P. Y también en esta canción (como en casi todas de aquellos entonces en el historial de la banda) el señor Chris Holmes se pone a gusto de repartir solos de esos atómicos que tan de moda estaban en los años 80. En el inicio de "Shoot from the Hip" se puede detectar un (¿involuntario?) guiño a “Another thing comin” de Judas Priest, algo (el plagio más o menos consciente) que por aquellos años hicieron también Krokus en su tema “Wild love” del redondo “Heart Attack”.
Sin embargo, y como ya se ha dicho, este artefacto no recibió muy buena acogida. A la banda no pareció importarles demasiado tal eventualidad. Tenían un buen repertorio de temas para el directo, y en aquellos años llegaron a tocar incluso en España, pero como teloneros de Judas Priest, con un público que tal vez no era exactamente el suyo. El grupo publicó todavía dos discos tremendos en que cambiaron el sonido festivo de la banda por algo más, digamos, solemne e incluso siniestro. Después llegó el ocaso, y el destino de casi todas las bandas míticas: sacar plástico tras plástico nada más que como pretexto para embarcarse en una gira. ¿Acaso no les sucede eso a la mayoría de los combos cuando llevan más de cinco o seis elepés publicados?
Su tiempo se pasó. W.A.S.P nunca más volverán a llenar pabellones. Pero ahí quedan sus tres primeros plásticos y este en concreto: sonido de los años ochenta cultivado por un grupo que marcó una época y ayudó a crear el mito del heavy metal como movimiento de masas. No parece poca cosa.
http://youtu.be/8I_usQrOz4U
Texto: Emilio Morote Esquivel
Temas:
"The Big Welcome"
2. "Inside the Electric Circus"
3. "I Don’t Need No Doctor"
4. "9.5.-N.A.S.T.Y."
5. "Restless Gypsy"
6. "Shoot from the Hip"
7. "I’m Alive"
8. "Easy Living"
9. "Sweet Cheetah"
10. "Mantronic"
11. "King of Sodom and Gomorrah"
12. "The Rock Rolls On"
Formación:
Blackie Lawless – vocal, guitarra rítmica, producción
Chris Holmes – guitarra solista
Steve Riley – batería, coros
Johnny Rod – Bajo, coros