ARCH ENEMY (20:30-21:30) |
Con el subidón del “Long live rock and roll” versionado por LIZZY BORDEN nos encaminamos hacia el BLACK STAGE para ver otra de las esperadas actuación de la jornada, a saber, la de los demoledores ARCH ENEMY que, puntualmente, salieron a escena para comerse el mundo.
Hace 6 años, en el año 2004, ya tuve ocasión de presenciarles en directo y puedo decir que, a grandes rasgos, su actuación no supuso grandes novedades aparte de los nuevos temas publicados desde entonces (los discos “Doomsday machine” (2005), “Rise of the tyrant” (2007) y el disco de autoversiones “The root of all evil” (2009)) y algún que otro efecto visual como puedan ser las grandes llamaradas que lanzaban entre tema y tema.
Empezaron con “The immortal”, uno de los temas presentes en su último trabajo (aunque su versión original pertenece al “Burning Bridges”(1999), para continuar con el temazo “Revolution Begins” de su anterior “Rise of the tyrants” (2007) y empezar a quemar Wacken con la impresionante “Ravenous” que hizo estallar al respetable de manera ya definitiva.
Angela Gossow, vestida de rojo para la ocasión, estuvo impresionante, como de costumbre, dándolo todo encima del escenario y cumpliendo con su función de manera impecable. Evidentemente no podemos esperar de ella que se muestre afectuosa con el público o que cultive su simpatía porque Angela es, por encima de todo, la reencarnación de la ira y la rabia en directo.
“Taking back my soul” y la contundente “My apocalypse” fueron otros de los trallazos que cayeron (provenientes de su “Doomsday Machine” (2005)) al que le siguió “Dead eyes see no future” de su “Anthems of rebellion” (2003) y “Dead bury their dead”, tema publicado en “Wages of sin” (2000), disco en el que debuto la menuda Gossow. Con este último corte el circle pit de las primeras filas no se hizo esperar y acompañada esa locura empezaron a surgir decenas de fans practicando lo que se conoce como crowd surfing, o lo que es lo mismo, subirse por encima del público para que te vayan pasando de mano en mano por encima de todas las cabezas del público hasta el foso para que, muy amablemente, te recoja el personal de seguridad.
Para acabar con el concierto los hermanos Amott, Sharlee d’ Angelo, Daniel Erlandsson y Angela Gossow eligieron el himno “We will rise” que supuso la explosión final de los suecos antes de los reclamados bises.
Evidentemente, y como no podía faltar, el primer bis vino a cargo de la coreada “Nemesis” a la que le siguió, esta vez si, para despedir, “Fields of desolation”, de su primer disco “Black earth” (1996) y que supuso una de las pocas incursiones en sus primeros pasos musicales como ARCH ENEMY.
Conciertazo cargado de adrenalina, de actitud y, sobretodo, de entrega por parte del público. Personalmente, y en mi humilde opinión, ARCH ENEMY se erigieron como uno de los triunfadores de la jornada y es que, a juzgar por las diferentes reacciones del público, me atrevería a afirmar que a día de hoy, W:O:A tiene un elevado porcentaje de público perteneciente al sector más extremo del metal.
GRAVE DIGGER (21:45-23:00) |
Finalizada la actuación de los suecos ARCH ENEMY llegaba el turno de los alemanes GRAVE DIGGER que, pletóricos ante la celebración de su 30 aniversario como banda, se decidieron a tocar de manera íntegra su disco “Tunes of war” del año 1996.
Así, y tal y como empieza el disco, empezó a sonar “The brave” pero interpretada por un auténtico coro de gaitas que hizo lucir mucho el inicio de actuación de los alemanes y que sirvió para dar paso a “Scotland united” y a todo el resto de temas que componen el referido álbum.
El concierto siguió la tónica habitual de cualquier show de Grave Digger, es decir, todo correcto y bien ejecutado pero sin pasar más allá de lo que Grave Digger han sido, son y serán, es decir, una banda de power metal que puede presumir de haber inventado el género junto a Helloween, Rage o Running Wild pero que nunca ha llegado a ser uno de los puntales del género.
Eso si, ilusión, ganas y empeño no le falta al único miembro original de la banda, el vocalista Chris Boltendahl y al resto de componentes de GRAVE DIGGER y por ello, ver un concierto de esta banda es siempre sinónimo de calidad.
Como digo, los temas de este “Tunes of war” fueron cayendo uno tras otro y nos guardaron alguna sorpresa como es el caso de la colaboración de Doro en la balada “The ballad of Mary” o “Rebellion”, con la aparición de los VAN CANTO en el escenario (buenos detalles y buena muestra de la hermandad que sigue existiendo en este mundillo musical).
Tras la descarga entera de este disco conceptual, y sabedores que hay clásicos que nunca pueden desaparecer de sus directos, añadieron, ya en sus bises, el tema “Ballad of a hangman” de su último trabajo publicado en 2009, la inevitable “Excalibur” (1999) y, cómo no, su himno por excelencia, “Heavy Metal Breakdown” de su primer disco publicado en 1984 y que hizo que el público de Wacken desde la primera a la última fila corearan este temazo.
En definitiva, el concierto de Grave Digger supuso un particular auto homenaje a sus 30 años de carrera y, aunque fuera de Alemania tal vez nunca pasen de ser una banda de segunda división, lo cierto es que por la respuesta del público de Wacken, parece ser que GRAVE DIGGER gozan de muy buena salud por sus tierras.
ANVIL (00:45-01:45) |
Cabe mencionar que después de GRAVE DIGGER les tocó el turno a SLAYER pero ya que en algún momento u otro hay que hacer hueco para alimentarse y dado que vimos a los americanos hace escasas semanas en el SONISPHERE de Getafe, optamos por obviar la actuación de los de Araya para poder acudir a ANVIL con las pilas cargadas.
Respecto a ANVIL cabe decir que la organización de W:O:A les rindió homenaje días antes de su actuación emitiendo en el MOVIFIELD la película “ANVIL! THE STORY OF ANVIL”. Cabe señalar que esto del MOVIFIELD, a pesar de lo pomposo del nombre, no es otra cosa que una pantalla enorme de video situada en un pequeño descampado del festival donde se fueron proyectando diversos reportajes, películas e incluso cine de animación. Entre las emisiones pudimos disfrutar de 4 horas de concierto de RONNIE JAMES DIO en lo que hicieron llamar “RONNIE JAMES DIO MEMORIAL” y, como digo, de la proyección de la película documental de ANVIL.
Retomando, ahora sí, la actuación de ANVIL diremos que empezaron su actuación a las 00:45 y que tuvieron 60 minutos para lucirse y demostrar la enorme ilusión que mantienen este trío de Canadá.
Tocaron un total de 10 temas y empezaron con la instrumental “March of the crabs” de su “Metal on metal” (1982), seguido de “666”, extraído también de ese mismo disco. Como siguiente paso recuperaron el primer tema de su primer disco, a saber, “School love”, extraído de aquel “Hard’n’heavy” de hace 29 años (¡!) y uno de sus temas más aclamados hasta la fecha.
Siguieron con clásicos de sus primeros tiempos (en ese caso tocó el turno a “Winged assassins” del “Forged in fire” (1983)) pero también dieron cabida a alguno de los temas de su último disco como es el caso de “Tumb hang” o “This is thirteen”, ambos de su homónimo disco de 2007 (temas que, en mi opinión, suponen los temas más densos y aburridos del disco y que podrían haber dejado fuera a cambio de algún otro algo más rápido). Con “Mothra” volvieron al histórico disco “Metal on metal” y ahí su vocalista, el legendario Lips se marcó su clásico solo de guitarra utilizando un consolador en lugar de la habitual púa (sigue siendo un gamberro jeje), para dar paso, a continuación, a uno de los temas de su etapa intermedia como es “White Rhino”, extraído del disco “Still going strong” (2002) y que, tratándose de un tema instrumental, sirvió para presentar el solo de batería de Robb Reiner, el segundo miembro original de la banda junto a Lips.
Steve Lips estaba que se salía y su ilusión parecía no caber en su cuerpo. En todo momento estuvo expresando su gratitud por el hecho de poder estar tocando ante ese público (literalmente dijo que tocar en Wacken era un sueño hecho realidad). Además, sus propias expresiones delataban que estaba disfrutando como un niño y lo cierto es que poder contagiarse de esa ilusión y entusiasmo es algo que siempre te hace salir de un concierto con muy buen sabor de boca.
“Forged in fire” sirvió como preludio a la despedida final que, como no, protagonizó uno de los temas que más historia han hecho no sólo en la carrera de ANVIL sino en la historia del heavy metal en general. “METAL ON METAL” hizo levantar al unísono los puños de todos los presentes y sirvió como un magnífico sello con el que dar fin a una actuación que estoy convencido que resultó histórica tanto para los propios ANVIL como para el público que tuvo ocasión de poder ver en directo a una de las bandas que impulsaron hacen casi 30 años toda esta movida del heavy metal.
Tal vez ANVIL nunca llegaran a alcanzar el Olimpo de los Dioses del Metal pero sin lugar a dudas es una de esas bandas que ha sabido ganarse el respeto de toda la comunidad metálica a base de tesón, esfuerzo, constancia, coherencia y humildad. Y prueba de esa humildad es que ANVIL fueron una de las bandas que se acordaron de nombrar al gran DIO y dedicarle uno de sus temas.
Finalizado ya el concierto de ANVIL y tras casi 15 horas de festival a nuestras espaldas, optamos por abandonar el recinto para recuperar fuerzas de cara a la jornada del sábado. Faltaron por contemplar bandas como CORVUS CORAX o ATROCITY pero a las 2:00 de la mañana muchas veces empiezan a flaquear las fuerzas así que lo dejamos como asignatura pendiente para futuras ocasiones (aunque por lo que tengo entendido al parecer ATROCITY ofreció un show más que destacable).
Texto: Marcel·lí Dreamevil y Rerre Revolucionaria
Fotos: Eugene Straver – www.metal-experience.com