21 años han pasado ya concretamente desde que David Coverdale y su alineación de galácticos congregaran a más de 70000 personas en el famoso circuito de Donington y otros tantos de lo mismo desde que la misma banda pasara por segunda vez por España. Bueno, la misma banda que paso en el año 1983 por el Campo del Moscardó de Madrid junto a Meat Loaf, ni en broma por supuesto.
No podemos evitar de lo que fuimos testigos en el desaparecido Rockodromo de la villa y corte de Madrid junto a Manzano y Niágara, y lo que pocos días después se vería en el circuito de Donington, tampoco podremos evitar hacer las comparaciones pertinentes entre lo que fue una banda de Rythm and blues intentando acceder al mercado Americano. ¿Fue un paso hacia adelante? O por el contrario fue un paso hacia atrás que traería funestas consecuencias para la serpiente blanca.
Como comentábamos, 21 años han pasado desde que David Coverdale se decidiera a editar este documento gráfico de una de las actuaciones quizás más multitudinarias que haya tenido la banda. Quizás haya pensado que porque no beneficiarse un poco de este documento cuando la mayoría de los mortales ya conocía este documento gracias a la red de redes. Y es que quizás, este bootleg de la banda haya sido uno de los que más han circulado por la red en estos últimos 21 años, normal que se quiera sacar un beneficio de ello aunque en honor a la verdad, tan solo circulaba en audio pero con un sonido cuasi perfecto.
Como ya pasara con Kiss y su “Carnival of souls”, la banda se decide a editar un trabajo que se filtró en la red de no se sabe qué manera y en unas condiciones llamémoslas piratas. Mucho tiempo circulando esta filtración que en un principio no tenía intención de ser editado pero que si de alguna manera se le podía sacar beneficio, porque no hacerlo.
De esta manera nos encontramos que con el paso de los años, Whitesnake crea una “productora” bajo el nombre de Whitesnake Chronicles para editar este trabajo y con licencia de Frontiers Records. Hasta aquí todo normal y con corrección, la misma corrección y elegancia que desprende un caballero de alta alcurnia como es Mr. David Coverdale, pero que al mismo tiempo también desprende luces y sombras sobre esta época de la banda.
Metámonos en harina, el pasaporte para “americanizar” a Whitesnake no tenía el sello de Rudy Sarzo, ni de Tommy Aldridge, ni de Adrian Vandenberg, ni de Viv Campbell. Venía con el sello lacrado de John Sykes, Cozy Powell y Neil Murray. Ellos fueron los que dieron rienda suelta a la obra maestra que fue “Slide it in”, donde todavía cabalgaban a lomos de unos Whitesnake que tenían todo el derecho del mundo a reciclarse y evolucionar su sonido, nada reprochable por cierto ya que la evolución de cualquier banda es simple y llanamente necesaria. Realmente el cambio de la banda va parejo al cambio de logo, cuando en su clásico logo la serpiente blanca formaba las letras de Whitesnake cambió visualmente y se modernizó, fue realmente cuando se acusó el cambio en la banda.
De esta forma pasan los años y David Coverdale decide lanzarse al barro con una nueva formación, formación de lujo todo sea dicho y reinventarse con un sonido más acorde a la época vivida. Y es cuando nace “1987”, sonido de la época, producción de la época y aquí viene el problema amigos, imagen de la época.
Los más acérrimos no concebían el cambio de esos vaqueros paqueteros con campanas y el pelo pegado a la cara con una imagen más actual, toneladas de laca en el pelo y sus cuerpos cubiertos de lentejuelas, con lo que la “vieja guardia” renegó de la serpiente blanca. Al mismo tiempo, una buena proyección y marketing metía de lleno a la banda en el ansiado mercado americano a base de ser carne de MTV. Prueba superada, John Sykes que fue el artífice de este “1987” había metido a Whitesnake en América.
Viv Campbell abandona la banda y deja solo ante el peligro a Adrian Vandenberg quien empieza a acusar ciertos problemas de salud con sus muñecas, y Coverdale anticipándose a los acontecimientos tiene que buscar un reemplazo rápidamente para Campbell. Es cuando se empiezan a barajar a nombres y la bomba estalla cuando el sustituto es ni más ni menos que Steve Vai. Todavía recuerdo los corrillos que se formaron dentro del círculo del Rock ante lo que para algunos fue un disparate.
Vandenberg necesitaba recuperarse y Vai se hizo cargo de casi todas las guitarras de este “Slip of the tongue”, continuación de su viaje por América. El resultado fue digamos que agridulce ya que no estaba la esencia de Vandenberg. Tenemos el disco hecho y la gira por presentar, una gira que mezclaba un poco de circo, funambulismo, malabares, música, y misticismo rancio, el equilibrio perfecto para que algunos se echaran unas buenas risas.
He de decir, y una vez más si me permiten ustedes un comentario personal, que no soy un talibán de la música y por tanto las dos épocas de Whitesnake me parecen brillantes, pero hay cosas que claman al cielo y es que pintaba Steve Vai en una banda como Whitesnake.
Como si de un equipo de futbol de alta categoría se tratara vendrían los sponsors y patrocinios, el asedio en prensa especializada de fulanito de tal usa tal marca y nos volvemos a encontrar con otro trabajo de marketing perfecto. Tommy Aldridge presentando su kit de batería fabricado en fibra de carbono y en el que fue portada de las revistas más famosas de batería posando y agarrando con una mano su kit completo, ya que una de las particularidades que tenía este diseño de batería era su poco peso.
Luego vendría Steve Vai también presentando sus modelos de Ibanez con 7 cuerdas, promoción perfecta de instrumentos perfectos para una banda que ya parecía creada por Florentino Coverdale y que como si al grito de otros grandes pretendían un “Yo want the best, you got the best” o lo que es lo mismo, vosotros queréis lo mejor pues aquí tenéis lo mejor. Lo mejor con reservas por supuesto, porque como hemos comentado antes, había cosas que clamaban al cielo y es que parece que la presencia de Vai en Whitesnake estaba hecha a golpe de talonario descaradamente y algunos aspectos de este y la forma de proceder de Coverdale, le dejan a este ultimo a veces con el culo al aire.
Ahora sin mas preámbulos, si que entramos en harina.
Ya en los créditos nos damos cuenta de que la estrella indiscutible del cotarro es Vai. Bajo una intro que intuye unos cazas sobrevolando la zona, la figura de Coverdale aparece clamando como es costumbre en él su clásico “Here’s song for ya”. “Slip of the tongue” abre el set list con maestría y vemos que Vai está en su salsa con ese misticismo rancio que comentábamos, y digo Vai porque parece que el video esta hecho por él o es de su banda, de vez en cuando por cortesía aparece el resto de la banda.
Tommy Aldridge simplemente bestial con su forma de aporrear la batería, contundente, con energía, con elegancia y una pegada como si del propio Tyson se tratara. Casi empalmada aparece “Slide it in” donde Adrian cobra protagonismo mostrando una forma de tocar sobria y sin florituras, como requiere un corte de estas características.
Al mismo tiempo Rudy Sarzo, y vuelvan a perdonarme ustedes e intentare ser objetivo con un personaje al que le rindo pleitesía, empieza ya con su característica forma de tocar a la que algunos adoramos. Pero como digo, hay que ser objetivos y un buen estilista le hace falta, la verdad.
“Judgement day” es un tema casi a medio tiempo, casi pesado con unas partes acústicas muy a lo Zeppelin ejecutadas una vez más con maestría por Vandenberg y que hagamos justicia con Vai, es un tema hecho para el ya que requiere algunos adornos que firmados por el no resultan cansinos. Tommy sigue jugando con su kit y ofreciendo parte de esos malabares de los que hablábamos, pero que no pierde ni por un momento la contundencia que tiene como batería.
Con “Slow and easy” empiezan ya los cúmulos de despropósitos y se rompe la norma de lo que mal empieza mal acaba, porque empieza bien pero como acaba es otro cantar. Un ejemplo perfecto de donde tienes que parar el carro amigo con los adornitos. Un clásico destrozado por el lucimiento personal de uno de sus miembros.
“Kitten’s got claws” arremete con fuerza dentro del set list mostrando la parte más “americanizada” que comentábamos antes. Ninguna objeción ya que al fin y al cabo la representan tal como es, no se trata de una remodelación de un viejo clásico y por tanto no hay demasiado “desfase”.
Le toca el turno a Adrian Vandenberg lucirse con un solo de guitarra a base de armónicos al más puro estilo Schenker, un solo de guitarra con mucho gusto y sentimiento en contraposición a lo que veremos más tarde. Está claro porque el señor Vandenberg ha sido fiel escudero de Coverdale durante tanto tiempo, y me da algo de pena visionar este video porque no tiene el reconocimiento que merece, es como si se tratara de un actor secundario.
El solo de guitarra da paso a un corte instrumental llamado “Flying Dutchman Boogie” que en clave de boogie da rienda suelta al trío compuesto por Vandenberg, Sarzo y Aldridge. Bonito detalle que no aparezca Steve Vai en este tema y deje algo de delicatesen para los invitados.
“Is this love” suena en Donington, quizás uno de los temas clave en esta vuelta de la banda con sonidos renovados y no quiero ser pesado ni reiterativo. No tengo nada en contra de Steve Vai, es un gran guitarrista con mucho talento pero para que juegue el solo en su habitación, sin que pueda molestar a nadie ni nadie le pueda molestar a él. Whitesnake no es una banda para un virtuoso devorador de trastes y sonidos extraños, Whitesnake es una banda de hard rock, no nos olvidemos y Steve Vai es un personaje que se ha labrado una carrera y una reputación merecida, incluso creando escuela pero que su sitio en mi humilde opinión no estaba en Whitesnake.
Despues de “Cheap and nasty” le toca el turno a “Crying in the rain” perteneciente a “Saints and sinners”. Tras una breve intro de Adrian Vandenberg mezclada con una marcianada de Vai, se intuye a Aldridge marcando el tiempo con su charles para dar comienzo a este clásico remodelado después con el paso de los años y que da paso a un espectacular solo de batería marca Aldridge y en donde hace un pequeño homenaje a Bonham apaleando sin piedad con sus manos los parches y platos de la batería como si de una versión de “Moby Dick” se tratara.
“Fool for your loving” al grito una vez mas de “Here’s song for ya” es otro clásico remodelado y que por desgracia también se pierde en este directo con el relleno de adornos innecesarios.
Le toca el turno a lo que a mi juicio es la primera falta de respeto hacia los miembros de Whitesnake. Primeramente en la presentación de Adrian, el señor Coverdale se desplanta con un simple “please welcome, Mr. Adrian Vandenberg” pero cuando le toca el turno a Vai, llega la fanfarria, incluso con efectos para presentar al hombre que viene de la oscuridad y maestro de las siete cuerdas.
Creo que Florentino Coverdale una vez más le da protagonismo al fichaje estrella de la temporada menospreciando el buen hacer del resto de compañeros, esto para empezar. Para continuar, no comprendo bien si es un concierto de Whitesnake o de Steve Vai en solitario, ya que después de un solo de guitarra lleno de marcianadas una vez más, poses y misticismo rancio otra vez mas, se desbancan con dos temas de Steve Vai en solitario, “For the love of god” y “The audience is listening”. ¿Steve Vai tiene derecho a tocar temas de su carrera en solitario, y los demás no?
Recordemos la carrera de los demás miembros de la banda con temas facturados a su nombre, que no es moco de pavo amigos. En este caso tirón de orejas para Coverdale por permitir semejante menosprecio a sus músicos.
Vamos llegando al final y le toca el turno a “Here I go again” donde Vandenberg da
paso al tema encargándose de los teclados y que a diferencia de su concierto en Madrid, esta vez no la preparó en la intro. “Bad boys” arrolla como un expreso también, haciendo un pequeño medley con “Children of the night” y llega de nuevo el circo a la ciudad de la mano del maestro de ceremonias, o quizás mejor llamarle el hombre que viene de la oscuridad y maestro de las siete cuerdas, mostrando su famosa y bonita guitarra de tres mástiles en forma de corazón y por supuesto tocando todas y cada una de las notas de esos tres mástiles.
“Ain’t no love in the heart of the city” va dando paso definitivamente al final y damos gracias por no haberla destrozado innecesariamente, con 70000 almas cantando al unísono el estribillo de la canción, momento emotivo sin duda para un tema que refleja el pasado de Whitesnake a la perfección.
“Still of the night” cierra este Donington de 1990, y cierra también una etapa de la banda que fue bonita mientras duro pero que inteligentemente Coverdale supo parar a tiempo. Adrian Vandenberg culmina su actuación con un arco de violín haciendo el puente hacia el punteo como el solo sabe hacer.
Para concluir, buen directo sin más que nos ha traído buenos recuerdos de una época, pero que no deja de estar relleno como si de un pavo se tratara de postureo. Están todos a una altura soberbia, cada uno en su instrumento pero sobra una ficha en el ajedrez y no por desastroso sino mas bien porque no está como pez en el agua, espero que sepan disculparme los fans de Steve Vai y además viene aderezado con escenas de la grabación del “Slip of the tongue” más que curiosas.
Lo que sí es cierto es que tengo el corazón dividido, fui testigo de esta gira hace 20 años y el sabor que me dejo fue muy dulce, quizás porque tenía delante de mí a Rudy Sarzo y a Whitesnake porque no decirlo, pero ahora en la distancia para nada reniego de ello, pero sí que es cierto que lo veo de otra forma diferente.
Sixx
Temas:
01. Slip Of The Tongue
02. Slide It In
03. Judgement Day
04. Slow An Easy
05. Kitten’s Got Claws
06. Adagio For Strato
07. Flying Dutchman Boogie
08. Is This Love
09. Cheap An’ Nasty
10. Crying In The Rain (featuring Tommy Aldridge drum solo)
11. Fool For Your Loving
12. For The Love Of God
13. The Audience Is Listening
14. Here I Go Again
15. Bad Boys
16. Ain’t No Love In The Heart Of The City
17. Still Of The Night