Como casi todo en esta vida, el rock and roll se mueve por ciclos, y debido a esa naturaleza, cada cierto tiempo (años) aparece una banda que «lo tiene». No sabes exactamente el qué: las canciones, la imagen, la actitud, el sonido, el carisma, el mensaje… quizá sea una mezcla de todo ello. No es una fórmula exacta, es algo de naturaleza mucho más esotérica, casi diría mágica, pero, sea lo que sea, Witch Fever LO TIENEN.
Las cuatro «As» que dan vida a Witch Fever (Amy, Alex, Alisha, Annabelle) provienen de Manchester, Inglaterra, y este 2022 debutan con su primer álbum, «Congregation», si bien es cierto que en 2021 ya publicaron un EP, «Reincarnate», que asustaba por el potencial que contenían esas pocas canciones. Witch Fever han sido catalogadas como doom punk, pero son mucho más. Witch Fever tienen ramalazos metálicos, actitud grunge (a ratos me recuerdan a mis idolatradas L7), fuzz digno de stoner rock, voces hardcoretas… un poco de todo mezclado en una coctelera atómica.
Witch Fever – Blessed be thy
El tema que abre el disco, «Blessed be Thy», es una auténtica declaración de intenciones: guitarra con fuzz, letras que reflejan un pasado doloroso relacionado con el patriarcado rancio y el entorno religioso en el que creció la cantante Amy Walpole, crescendo paciente y una explosión con patada en la boca incluída. Un sonido crudo, real, lejos de las producciones modernas donde no hay lugar para el fallo, para la imperfección; un sonido con personalidad.
Por supuesto, todo ello no sería mas que un bonito envoltorio si los temas no brillaran por sí solos. La cuestión es que lo hacen, y de sobras. Desde la ya mencionada «Blessed be Thy» a la actitud hardcore de «Beauty and Grace», pasando por las atmósferas opresivas de «I Saw you Dancing» (un tema sinuoso que crece y crece y crece hasta que te vierte unas guitaras de plomo hirviente en toda la cara) o «At the Core», con un chorus Nirvanero y un medio tiempo infeccioso.
Witch Fever – Congregation
Es muy difícil quedarse con uno solo de los trece temas que componen el disco. Sin ir más lejos, el tema título, con sus referencias religiosas de nuevo y los guiños al cine de terror clásico que tanto apasiona a la banda, es otra muestra más de progresión atmosférica que implosiona en riff mastodóntico para el estribillo.
El hilo conductor de este disco de debut es el cabreo, la mala leche, y eso se nota en cada surco. A veces de manera nada sutil («Deadlights», «Market»), otras de manera mucho más camuflada («Bloom», «Slow Burn»), otras incluso dolorosa («12» con versos como «He fed me straight to the church, under the radar he hid / Thought it was my fault, I was only a kid.«) pero Amy y Witch Fever están hasta los ovarios del mundo masculino (especialmente ese de cierta edad que se cree con derecho de opinar y sentar cátedra sobre cómo tienen que vivir la vida los demás) y se encargan de hacérnoslo saber una y otra vez en un disco que podría perfectamente ser un manifesto contra todo ese entorno más tóxico que genera la iglesia como institución («I clam up quick if you try raising your voice. / But you should know it’s my body my choice«).
Witch Fever – I saw you dancing
«Congregation» no es un disco de fácil digestión: el sónido es crudísimo, las melodías de voz son insistentes y gritonas y los temas no incitan al buen rollo, pero una vez te contagias del virus Witch Fever, ya no hay remedio posible. Disco del año.
Edko Fuzz
Temas:
1. Blessed be Thy
2. Beauty and Grace
3. At The Core
4. Congregation
5. Deadlights
6. Market
7. I Saw you Dancing
8. Snare
9. Bloom
10. Sour
11. Bloodlust
12. Slow Burn
13. 12
